miércoles, 31 de mayo de 2017

A mi primera nieta

Nota alegre y cadenciosa
canción de un viejo poeta
luz de mis hijos hermosa
el capullo de una rosa
eso es mi primera nieta.

Con sus ojitos de cielo
mi primer nieta, un modelo
de angelical hermosura
que hace feliz a su abuelo.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986) (Noviembre 1979)

martes, 30 de mayo de 2017

A Isabel, en el venturoso natalicio

Santa Jovita, es día
tan señalado
como San Valentín
de enamorados.

Un año más que pasa
como soñado,
dando gracias a Dios
por lo alcanzado.

Tu marido ese día
te ha regalado
una lupa que aumente
lo que has logrado.

Goza ya, con tus hijos
y con tus nietos,
la alegría de verlos
siempre contentos;
uniéndolo al cariño
que por ti siento
lo mismo que una lupa
“que va en aumento”.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986) (15 febrero 1984)

lunes, 29 de mayo de 2017

Juan Sánchez López

Mi buen amigo Juanito:
No me explico tu mutismo;
yo pensé que para ti
seguiría siendo el mismo.

¿Pero es que ya no te acuerdas
quién es tu amigo Fisac?
¿Es posible que tan pronto
lo hayas podido olvidar?

El que te creyó de Huesca
cuando me hablaste en el Regio;
el que fue tu confidente
más dilecto en el Colegio;

el que al darte aquél consejo
que tú tomaste por norma
te ayudaba a resolver
aquel “pleito de las hormas”;

el que te invitó a cerveza
a café y patatas fritas;
el que te hizo confesar
con un Padre Jesuita;

el que te pagó el tranvía,
el que te llevó a los toros
el que se comió contigo
una docena de polos.

Al que obsequiaste en tu cuarto
con “pitisuis” y milhojas
mientras tenías la cara
llena de jabón “La Toja”.

Al que dijiste en Ben Hur
“llegar tarde me disgusta”,
y te libró en el Colegio
de un palizón de Galzusta.

Por el que supiste tú
que tu amiga Carmencita
decía: “¿usté es Sánchez López?”
…y otras cosas muy bonitas.

El amigo que no cambia
y el que ahora ve “explicao”
que el mundo diga “este no es
mi Juan, que me lo han “cambiao”.

Y con estas dilaciones
dejo lo más importante,
el motivo de esta carta
que es el de felicitarte.

Que tengas muchos pasteles,
que tengas muchas postales,
que tengas muchas pistolas,
y muchas felicidades.

Que ese simpático pueblo
(que es cabeza de partido),
como a un hijo predilecto
te admire reconocido.

Y que todas las muchachas
de los seis mil habitantes,
estén locas por Don Juan,
…por Don Juan el estudiante.

No quiero cansarte más,
ni quiero amargarte el día
con tantas extravagancias
y con tanta tontería.

No dejes de contestarme,
porque me voy a enfadar
y entonces ya no seré
nunca tu amigo Gaspar.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)
Nota.- Dedicado a  Juan Sánchez López amigo y compañero de Colegio Mayor en Granada, en donde estudió casi toda la carrera de Farmacia (excepto el primer año, que lo había estudiado en Madrid). 

domingo, 28 de mayo de 2017

¡Son los días de Pascual!

Hoy me anuncia el corazón
que algo extraordinario pasa
pues a las diez menos cuarto
ya no puedo estar en casa.

Me visto algo preocupado
salgo a la calle, y la gente
en los estancos se agolpa
haciendo cola impaciente.

Con el afán de enterarme
le pregunto a un buen señor
¿hay escasez de tabaco?
e indignado respondió:

Venimos a comprar todos
una preciosa postal
¿no sabe qué día es hoy?
¡Son los días de Pascual!

¿Y qué Pascual hay que tenga
los amigos a millares
y se dedique al sport
de contraer amistades?

Ahora me explico por qué
tengo esta preocupación.
Después de clase iré a verlo
primero es la obligación.

¡Cuál no sería mi asombro,
al ver que en la Facultad
habían puesto en el balcón
la Bandera Nacional!

Y al preguntar si había clase
a todos oigo exclamar
¿No sabe qué día es hoy?
¡Son los días de Pascual!

Esto no tiene importancia
porque a nadie extrañará
que del Rector al portero
los vuelva locos Pascual.

Lo que sí es emocionante
es que la nación entera
lo festeje; y lleve gala
hasta Primo de Rivera.

Y en Palacio haya un banquete
y luego haya recepción
y las Infantas se alteren
y les lata el corazón.

Y hasta el Rey dice a las damas
de la alta sociedad
¡Hoy es un día grande, chicas!
¡Son los días de Pascual!

Doña Brígida y su esposo
no saben cómo atenderlo
al ver que viene la gente
hasta de Méjico a verlo.

Pero lo que es más notable
es ver la gente del pueblo;
pues viene a felicitarle
todo Fernán Caballero.

Y cogidos de la mano
van recorriendo las calles
y ahora la gente les dice
en vez de “isidros” “pascuales”.

Ángel, Luis, Paco y Miguel
atienden a las visitas
y hasta han ido a saludarle
sus vecinas “las luisitas”.

Y en Carabanchel hay chicas
que cuelgan en su balcón
un letrerito que dice
“¡viva mi Pascual Bailón!”

Y hay también otra persona
que aunque no esté aquí en Madrid
su pensamiento sí está,
pues lo tiene puesto en ti,

que al saber  el día que es hoy
no cesa de suspirar
¡Hoy me acuerdo mucho de él!
¡Son los días de Pascual!

Yo no sé si algo exagero,
no sé si todo es verdad;
lo que sé es que todo esto
te lo mereces, Pascual.

Deseo que se conviertan
tus sueños en realidad
y que este verano tengas
otra más con quien soñar;

que termines tu carrera
y te cases muy prontito
y que nunca se separe
de ti, tu hermano Agapito.

Y esto que te digo hoy
te lo diré muchos más.
Para mí todos los días
Son los días de Pascual.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

Nota.- Dedicado a su amigo y compañero de pensión en Madrid, Pascual Crespo, natural de Fernán Caballero (Ciudad Real), en el día de San Pascual Bailón,  17 de mayo de 1926. Doña Brígida era la dueña de la pensión. Ese año hacía el primer curso de Farmacia. El poema hace alusión también a que, justo ese día, era el cumpleaños de una de las Infantas. 

sábado, 27 de mayo de 2017

Lola Fisac Serna

De la Tanguilla es vecina
esta chica tan formal,
de sencillez sin igual,
piadosa, prudente y fina.
Domina igual la cocina
que una difícil labor.
Le causa siempre terror
engordar 50 gramos,
y es, cuando toca el piano,
como con todo, un primor.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

viernes, 26 de mayo de 2017

Aurorita Atienza

La cara muy redondita
y los ojillos pequeños.
Para muchos es un sueño
esta chica tan bonita.
Se reúne con la Rita
y con todo lo mejor.
Tiene un tesoro de amor
en un corazón de oro.
Su nombre es un meteoro,
pero ella, es un sol.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

jueves, 25 de mayo de 2017

Mercedes Casado Herrero

Rubia, moderna, elegante
distinguida y atrayente;
dentro de casa usa lentes,
cuando no hay nadie delante.
El violín es el arte
al que ella ha favorecido.
Daimiel nunca le convino,
desciende de algo muy alto.
Su nombre es marca de un auto;
su apellido, un triste sino.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

miércoles, 24 de mayo de 2017

Piedad Lozano

Compromete al mundo entero
con sus chistes y sus bromas.
Es muy rubia y muy guasona
pero con mucho salero.
Le dura poco el dinero
porque sabe darle giro.
Su nombre es casi un quejido
pero siempre está riendo
y sus ojos estupendos
inspiran a Don Ramiro.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

martes, 23 de mayo de 2017

Cruces Lozano

Alta, muy delgada y bella,
de gustos muy refinados.
Se encuentran ya enamorados
cuarenta o cincuenta de ella.
Sus ojos son dos estrellas
pero de las más bonitas.
Si estuviera más llenita
no se puede imaginar
cuántos querrían penar
de unas cruces tan bonitas.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

lunes, 22 de mayo de 2017

Casio Clemente

Muy serio, grave y formal
y aunque parezca increíble
es casi casi infalible
cuando se decide a hablar.
Usa patillas, viajar
es para él un placer
y aunque llegó a manejar
radios, lámparas y antenas,
él prefiere “la Galena”
(la Galena es su mujer).

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

domingo, 21 de mayo de 2017

Álvaro Pinilla Chacón

Es el último eslabón
de una prole numerosa,
tiene una voz muy hermosa
y fábrica de jabón.
Se le ve con gran tesón
sacar agua de la noria
(“u sea” rondar a su novia).
Y es, para este “damo negro”
la glorieta de San Pedro
anticipo de su gloria.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

sábado, 20 de mayo de 2017

Manolo Pinilla Fisac

Cuando era muy pequeñito
se partió un diente jugando,
desde entonces está hablando
sin descansar un ratito.
De un trato muy exquisito,
bueno, formal y aplicado,
para Ingeniero ha estudiado.
Piensa ahora ser militar
y un buen marido será
en cuanto esté enamorado.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

viernes, 19 de mayo de 2017

Ramón Fisac

Es médico competente,
muy joven y cariñoso,
con un apellido honroso
y con mucho don de gente.
Y aunque es muy inteligente,
simpático y agraciado,
nunca estuvo enamorado
de su torrente de novias;
pues no supo ver la gloria
cuando pasó por su lado.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

jueves, 18 de mayo de 2017

Zenaida Rodríguez Pinilla

Ocho o diez tirabuzones
y una carilla preciosa.
La sonrisa muy graciosa
(cuando no hay preocupaciones).
Ha partido corazones
desde que era pequeñita;
es tan buena y tan bonita
que todo el mundo se empeña
en que es un hada pequeña.
¿No conocéis a esta “hadita”?

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)



Así se habla en el país de "to, cucha y arrea"...

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miércoles, 17 de mayo de 2017

Carmen Rodríguez Pinilla

Lo mejor de lo mejor
vive enfrente de San Pedro.
El pelo y los ojos negros;
fue mariposa y es flor.
Enamora ese color
de su cara sugestiva.
Dicen que tiene de altiva
un poco más que de alta
y el que se rinde a sus plantas
se planta allí mientras viva.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

martes, 16 de mayo de 2017

Vicentito

Pesan en la balanza
a Vicentito
y él está tan contento,
tan quietecito.
Que en virtud, niño hermoso,
peses tú tanto
como en el mundo entero
vale tu Santo.
Y al tiempo que le damos
la bienvenida,
con gusto se lo ofrece
esta familia.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

lunes, 15 de mayo de 2017

Isabel Rodríguez Pinilla

En un colegio educada
con mucho postín y lujo,
tiene entre aceites y orujos
su fortuna conservada.
Alterna mucho y agrada,
morena como gitana
trabaja muy bien la lana,
da en escena muchos gritos,
tiene un tipo muy bonito
y viste igual que su hermana.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

domingo, 14 de mayo de 2017

A Vicentito

En Torrevieja Vicente,
se hace un marino excelente.

Al niño le dio la vena
de marcharse a Cartagena.

Y pilotando un velero,
cruza los mares ligero.

Al llegar es aclamado,
y él saluda emocionado.

Y ya después de almorzar,
ha pensado en regresar.

Pero un terrible huracán,
lo deja solo en el mar.

Y en una barca él solito,
regresa, al fin, Vicentito.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

sábado, 13 de mayo de 2017

A mi querida abuela en sus días

Como sé que te gustan
las poesías
te dedico estos versos
por ser tus días;
que aunque no estén bien hechos 
son de tu agrado
por el gusto y cariño
con que los hago.
¿Verdad abuelita
que a ti te gustan más
que a Ramoncita?

Cuando tenga botica
bien preparada
inventaré con gusto
una pomada,
que servirá lo mismo
para rodillas
que, para que funcionen
las trompetillas.

Te darás pisto
y dirás ¡uy que nieto
tengo más listo!

Muchas felicidades
por muchos años
tus nietos y tus hijos
te deseamos.

Todo en ti es simpatía
gracia y bondad;
cada día que pasa
te quiero más;
pues no hay quien pueda
compararse contigo
querida abuela.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

viernes, 12 de mayo de 2017

Amor o caradura

Con esta cara tan dura
y esta figurilla rara,
me enamoré con locura
sin recordar mi figura
ni reparar en mi cara.

Y me fui yo a enamorar
de una mujer singular,
bonita, como una flor,
tirana, como el dolor
y atrayente como el mar.

Pero es lo grave del caso…
que era rica, con exceso,
mientras que yo andaba escaso
y abordarla sin ser “Creso”
resultaba un error “craso”.

Pues mi intención era honrada…
más como el diablo la enreda
podría pensar mi amada
que más que por su “monada”
iba yo, por su “moneda”.

Y vamos, me mortifica
que el orgullo de una rica
en tal sospecha se obceque,
pues para mí no hay un “cheque”
que valga lo que una “chica”.

Y dije ante estas razones,
Gaspar, coge tus cadenas
y rompe sus eslabones,
pues no es amor lo que “penas”
si es ausencia lo que “pones”.

Y al día siguiente huí
para despertar así
de aquel amor que soñé,
pues yo a la mujer “amé”,
más no la mujer “a mí”.

Y me propuse olvidar
a la mujer singular,
bonita, como una flor,
tirana, como el dolor
y atrayente como el mar,
a la que amé con locura,
sin recordar mi figura
ni reparar en mi cara,
con esta cara tan dura
y esta figurilla rara.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

miércoles, 10 de mayo de 2017

Gaspar Fisac Clemente

Hoy se incorpora a este blog, con todo merecimiento, el poeta que dio la vida precisamente al autor de este blog. En este poema hizo una semblanza de sí mismo, al igual que las hizo de otras muchas personas, tal como iremos reflejando en sucesivos post. He aquí, pues, la primera; un auténtico autorretrato poético y humorístico:

Ojos a lo Picasso,
ondas de estanque,
fantasía volante
como el Pegaso.
Estudiante “Ave Fénix”,
burlado burlador,
espíritu moderno
de trovador.
Sangre añil,
alma gualda,
corazón blanco
como un catecismo de Ripalda.
Motor entre las nubes
sin un norte.
Vejez y juventud.
“Delirium tremens”.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

lunes, 8 de mayo de 2017

Así odié los espaguetis

En el edificio Mirasierra, en donde estaba la sede de la compañía de agroquímicos donde trabajaba, había una cafetería a la que acudíamos muchos días para comer. Era bastante amplia y luminosa, con unas cristaleras que daban a un gran patio interior perfectamente ajardinado. Nos sentábamos en alguna de aquellas mesas junto a las ventanas que daban al jardín interior y comíamos el menú del día. Algunas veces el primer plato eran espaguetis, y solía pedirlos hasta que un día, mientras comía se me ocurrió fijarme en el jardín.

Sobre el verde césped, revoloteaban todo tipo de pajarillos, entre ellos algunos mirlos que caminaban sigilosamente sobre el césped y de repente se paraban y quedaban inmóviles. Entonces lanzaban su pico clavándolo con fuerza en el suelo y cuado lo retiraban de allí, podía ver cómo llevaban en el mismo una lombriz que tragaban con entusiasmo... al mismo tiempo que yo tragaba mis espaguetis... cada vez con menos entusiasmo.

sábado, 6 de mayo de 2017

Violeta Rodrigo, la madrina de Inefable

Cuando puse en marcha este blog titulado “Palabras inefables” ya expliqué su significado: palabras que no se pueden explicar con palabras; algo tan absurdo y contradictorio como la vida misma. Pero ¿de dónde me vino la inspiración para ese título? Pues eso hay que agradecérselo a Violeta Rodrigo, una joven arquitecto (*) a quien conocí hace unos años. Ella me contó que una vez entró en una web en donde pedían apadrinar palabras, explicando el por qué de la elección. Ella decidió apadrinar la palabra “inefable” y en la explicación puso “porque no se puede explicar con palabras”. Tanto me gustó aquél ingenioso gesto que decidí bautizar a mi blog como “Palabras inefables” y desde entonces se me conoce en Internet como “Palabras inefables” o simplemente como “El Inefable”.

Así soy yo, imposible de clasificar, capaz siempre de sorprender, desbordante de imaginación y creatividad... y de agradecimiento a Violeta Rodrigo que supo dar con la clave para abrir mi mundo interior a esa ventana infinita que es Internet.

Hoy día, como arquitecto, Violeta construye muchas cosas, también su propia vida; y aquella semilla de ingenio que sembró en mi hace ya tantos años, sigue viva, agradecida y escribiendo desde entonces renglones inacabables de palabras inefables.

PD1.- Aunque Violeta sea una mujer, ella es “arquitecto” (no arquitecta), por la misma razón que yo soy un hombre y soy “periodista” (no periodisto).  
PD2.- En la imagen, la bella Solstice. (Violeta sabe quién es).

martes, 2 de mayo de 2017

La mano inocente

A comienzo de los años ochenta y en el sector de agroquímicos, la presencia masculina era abrumadora, quedando para la mujer sólo los puestos de secretaria y poco más. Sin embargo había algunas excepciones como el puesto de Jefe de Investigación de Mercados, que ocupaba una chica, Mercedes Gutiérrez.

En aquellas primeras convenciones en que participé, la sala estaba siempre llena de hombres y sólo se veía, entre ellos, la figura femenina de Mercedes, aparte de la de una o dos secretarias que estaban en primera fila para ayudar con las proyecciones, entrega de materiales a los asistentes, etc.

Para mantener la atención de los asistentes durante mi ponencia, les anunciaba que al final de la misma haría una pregunta sobre lo que hubiese hablado, y entre los que acertasen aquella pregunta se sortearía allí mismo un premio que, en aquella ocasión era un robot de cocina, con el que podrían dar una alegría a sus esposas al llegar a casa.

Cuando terminé mi exposición hice la pregunta que, en realidad, era bastante fácil, ya que quería que la acertase todo el mundo, y que en realidad era una forma de reforzar el principal mensaje que había transmitido en mi exposición. Las secretarias recogieron las papeletas y las introdujeron en una urna para proceder al sorteo de tan codiciad premio. Entonces se me ocurrió decir: “A ver, una mano inocente que saque la papeleta ganadora”. Se miraron unos a otros y poco a poco todas las miradas fueron confluyendo en la única mujer que estaba sentada entre tantos hombres. Un poco azorada, Mercedes se vio obligada a salir al escenario para extraer la papeleta. Llegó hasta la urna. Metió la mano removiendo bien todas las papeletas, y extrajo una. “¿Quién es el ganador?”, le pregunté. Y ella se quedó muda, paralizada, y respondió algo que sólo pudo oír el cuello de su vestido. “¿Cómo dices?”, le pregunté. Y entonces ella respondió con vergüenza: “...es la mía”.

Todo el auditorio masculino prorrumpió en carcajadas, aplausos, y gritos de “¡tongo!” en plan de broma, porque a la vista estaba que el sorteo había sido público y limpio. Sólo una mujer entre más de 100 hombres, un regalo que era especial para mujeres, y la mano inocente de esa única mujer que sacó su propia papeleta.



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Amor, amistad y honor en la Grecia clásica