En España el
fútbol ha dejado de ser el “espectáculo de masas” por excelencia. Buena prueba
de ello es que en la primera mitad de la Liga sólo en dos partidos se ha
colgado el “No hay entradas” y la asistencia de público a los estadios sigue
bajando en picado. Por el contrario, en otros países como Alemania, lo normal
es ver los estadios llenos, y algunos equipos como el Bayern de Munich (¡qué
buen ojo tienes, Pep!) llevan 200 partidos seguidos llenando su estadio.
Esto no tendría sentido tratándose de España en donde está
la mejor Liga del mundo y donde el clima es mucho más agradable que en caso
todos los demás países europeos. Pero hay dos razones de peso que están
sentenciando al fútbol español como espectáculo de masas y lo están
convirtiendo en un simple programa de televisión.
La primera son
los horarios, con todos los partidos desperdigados para cubrir al máximo la
franja horaria de prime time de las televisiones (que son las que mandan). La
segunda son los precios, y sobre esto último, he aquí una muestra bien
significativa:
La primera cifra
es el precio media de las entradas y la segunda el salario bruto anual medio,
en euros
España: Precio medio de la entrada 53 euros– Salario bruto
anual medio 22.790 euros
Italia: 48 –
23.410
Reino Unido: 44 –
46.058
Alemania: 30 –
41.400
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