miércoles, 23 de marzo de 2011

Cuando matar es “legal”

En muchos medios afines al Gobierno están proliferando estos días artículos y declaraciones de personajes de al menos un aceptable prestigio (escritores, políticos, artistas, etc.) que se devanan los sesos para tratar de convencernos de que las muertes de civiles inocentes que se están produciendo por el fuego de las armas de los “aliados” son muertes “legales”, mientras que las muertes de civiles inocentes que se produjeron en la guerra de Irak eran muertes “ilegales” porque no contaban con la santa bula de la ONU.

Me gustaría preguntar qué opinan de esto a las viudas de esos pequeños comerciantes que vieron cómo las respectivas bombas y fuego “aliado” mataban a sus respectivos maridos e hijos, sólo por el hecho de tener la mala suerte de que su pequeño comercio estaba en territorio próximo a su líder (en un caso Saddam Hussein y en otro caso Muamar el Gadafi), independientemente de que esos simples ciudadanos fuesen o no partidarios del líder que ostentaba el poder.

Pero la hipocresía es tal, que estos mismos que dicen ahora que las muertes “colaterales” de civiles inocentes que se producen en estos ataques son “legales” son los mismos que dicen que hay que acabar con la pena de muerte que aún se mantiene en algunos países (aunque chillan cuando la ejecución se produce en Estados Unidos y callan cuando la ejecución se produce en China). ¿Si son tan adalides de la “legalidad”, qué muerte hay más legal que una pena de muerte? Esta sólo se concede a deslamados asesinos y tras un juicio justo, no a un inocente y honrado comerciante y a sus hijos por el delito de que su comercio ahora estaba en “su” campo de batalla.

Pero volvamos a la realidad. Matar siempre es un crimen (sea con pena de muerte legal, con guerra legal, o por cualquier circunstancia sin ninguna legalidad). Matar nunca es legal. Y taparse los ojos y los oídos, y tratar de engañarse a sí mismos porque lo que vemos y oímos “no nos gusta”, puede llegar a anestesiar el razonamiento, pero lo que nunca hace es cambiar la realidad de las cosas.

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